Semana Mundial del Parto Humanizado, que busca devolverle la autonomía a las mujeres. Reglamentan una norma en Mendoza
Dar a luz en casa: una decisión de la madre. |
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Cuando Azucena Pereyra dio a luz a su tercera hija, Alma, sintió que había recuperado el control del parto. Junto con su familia preparó cada momento del nacimiento en su casa de Tunuyán.No necesitó analgésicos y estuvo acompañada por ocho mujeres, «las mujeres de mi vida», aseguró. Su hija mayor, Paloma, de 13 años, asistió el parto junto con su papá, Jorge, mientras que el resto de los familiares realizaba tareas específicas para recibir a la beba.
Hace dos meses, la casa de Azucena vivió el nacimiento como una fiesta, a la que fueron las personas más queridas. «Esta experiencia es totalmente superadora y le devuelve a la madre el control del parto. Hubo una diferencia abismal con los otros dos alumbramientos», contó. En este sentido, Mendoza tiene una buena noticia. Es que se está reglamentando la Ley Provincial N° 8.130 de Maternidad y Familia, que adhiere a la norma nacional. La propuesta local hace hincapié en jerarquizar la autonomía de la mujer y la familia para acompañar un proceso milenario como el embarazo, parto y puerperio. Uno de los autores de la ley mendocina, la neonatóloga Susana Lucero de De Gaetano, explicó que cuando se intervino para mejorar la salud materno-infantil con la institucionalización de los cuidados, no se tuvo presente que también hubo una deshumanización de estos. «A partir de las barreras a la asistencia, que en forma paulatina fueron dejando sola a la mujer con sus miedos, angustias, en una sala de parto fría, en un pasillo de espera incómodo y con un bebé recién nacido haciendo colas para esperar su atención, se desdibujó el sentido de lo que significaba proteger a esa mujer en esta etapa tan trascendente de su historia de vida», argumentó la magister en Salud Maternoinfantil. Por eso esta norma, que fue promulgada el 29 de diciembre de 2009 y ahora está a pasos de ser reglamentada, busca reintegrarle ese derecho a la familia. «Se hace énfasis en que la embarazada no está enferma y puede elegir con quién estar en el momento del alumbramiento. El parto no es un hecho quirúrgico, es un hecho natural que necesita respetar las condiciones culturales y étnicas de la familia», apuntó Daniel Vilches, senador provincial (UCR) y también autor de la ley. |
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