Las peleas entre hermanos son un clásico evento de la vida familiar. Especialistas aseguran que para mantener la paz es importante concentrarse en las cosas positivas que los padres pueden hacer por los chicos, más que enfocarse en el conflicto puntual por el cual comienza cada pelea.
Laurie Kramer de la Universidad de Illinois (Estados Unidos) explicó que aun si los adultos logran disminuir los conflictos, las investigaciones muestran que probablemente se encontrarán con que sus hijos no tienen muchas interacciones positivas entre sí. «¿Los padres realmente quieren que sus hijos estén cada uno en su habitación y pasen su tiempo haciendo cosas solos o con amigos? La mayor parte de las personas esperan que sus hijos hablen entre sí, se diviertan y se apoyen en los momentos difíciles de la vida», comentó.
LAZOS POSITIVOS
Para lograr ese objetivo, Kramer dijo que los padres pueden ayudarlos a generar un lazo positivo. «Si a los padres les gusta que los hermanos se diviertan juntos, pueden organizar actividades familiares. Si los chicos se pelean demasiado, pueden ayudarlos a aprender estrategias para solucionar problemas y manejar conflictos», recomendó.
La especialista dijo que se puede aplicar un proceso lógico para solucionar los conflictos: «Primero hay que asegurarse de que ambos hermanos comprenden cuál es el conflicto, luego decirles que cada uno exprese su punto de vista y luego que tenga en cuenta la perspectiva del otro. A su vez, pueden ambas partes dar diferentes ideas que sirvan para solucionar el problema de manera que ambos ganen. Si una solución no funciona entonces hay que probar de vuelta», afirmó Kramer.
La especialista ofreció una serie de consejos prácticos para mejorar el vínculo entre los hermanos:
LOS CONSEJOS CLAVES
* Ayudar a los chicos a que vean las cosas desde la perspectiva del hermano
* Enseñarles a no asumir lo peor de su hermano o de las otras personas
* Mostrar que los problemas pueden solucionarse
* Tratar de satisfacer las necesidades de cada hijo sin favoritismos
* Enseñarles a usar el conocimiento que tienen de sus hermanos para estrechar el vínculo y no para sacar ventajas de sus debilidades
* Fomentar los juegos, las conversaciones, los intereses en común y la diversión
* Elogiar a los chicos cuando se apoyan mutuamente
«Ayudar a que los chicos aprendan estas habilidades toma tiempo y energía pero pronto pasa a formar parte de la vida familiar. Además, los esfuerzos traerán beneficios duraderos ya que los hijos desarrollan formas positivas de tratar con los otros y estas herramientas serán también muy útiles afuera de la vida familiar», concluyó Kramer.
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