Desde hace tiempo se reconoce que muchos países tienen una capacidad limitada para detectar y dar respuesta a los incidentes de origen químico, y que los incidentes que se producen en un país pueden muy bien tener efectos en otros. También se reconoce la necesidad de fortalecer la capacidad de preparación y respuesta de salud pública a escala tanto nacional como mundial. En la resolución WHA55.16 de la Asamblea Mundial de la Salud –se insta a los Estados Miembros a fortalecer los sistemas de vigilancia, preparación para emergencias y respuesta ante la liberación de agentes químicos y biológicos y material radionuclear con el fin de mitigar las consecuencias potencialmente graves para la salud pública mundial de la liberación de esos agentes-
En 2002, la OMS estableció el Sistema Mundial de Alerta y Respuesta ante Incidentes Químicos, que había de funcionar de modo análogo al sistema de alerta y respuesta ante enfermedades transmisibles. En 2006, el sistema se amplió para abarcar otras emergencias relacionadas con la salud ambiental, incluidas las relacionadas con la perturbación de los servicios de salud ambiental, como el abastecimiento de agua y el saneamiento, y con los incidentes radiológicos. Un componente esencial del sistema es ChemiNet, que aúna recursos humanos y técnicos para detectar, confirmar y dar respuesta a eventos ambientales que puedan afectar a la salud pública internacional.
ChemiNet cuenta con recursos humanos y técnicos de instituciones, organismos y entidades académicas de los Estados Miembros, así como de organizaciones internacionales.
ChemiNet está diseñada para mitigar incidentes químicos y brotes de enfermedades de etiología química de importancia para la salud pública internacional mediante la detección temprana, la evaluación y la verificación de brotes; la prestación de asistencia rápida, apropiada y eficaz en la respuesta a los brotes, y la contribución a la preparación a largo plazo y el aumento de la capacidad – es decir, el mismo protocolo que se utiliza para responder a cualquier emergencia de salud pública. De conformidad con el RSI (2005), ChemiNet funciona como una fuente de datos, informando a la OMS acerca de incidentes de origen químico o brotes de enfermedades de posible importancia para la salud pública internacional. En ChemiNet, la prevención de los vertidos químicos incontrolados y la preparación para esos incidentes forman parte de un continuum de actividades que también abarca la detección de eventos, la respuesta y la recuperación. Desde que s han producido incidentes químicos en gran escala que han escandalizado al mundo, hemos aprendido mucho acerca de las medidas de prevención y preparación para ese tipo de incidentes. Sin embargo, incluso en países técnicamente avanzados y dotados de recursos, persiste el riesgo de que se produzca un vertido químico en gran escala, y particularmente, la amenaza más reciente de un vertido químico deliberado. Ningún país puede creerse a salvo.
Entre las medidas preventivas figuran una buena planificación del uso de la tierra y laefectiva aplicación de esos planes, para que las instalaciones químicas no se construyan en las proximidades de centros de alta densidad de población, la aplicación de normas estrictas de seguridad en las empresas químicas y la vigilancia de la calidad de los alimentos, el agua y el aire para detectar la contaminación química. Las medidas de preparación incluyen velar por que exista un plan de emergencia química debidamente diseñado y ensayado en el que participen todos los interesados directos, y porque los centros locales de atención de salud estén informados sobre los riesgos químicos que haya en su zona de captación y dispongan del necesario equipo médico y de descontaminación. Otro requisito de la capacidad nacional para la detección de brotes causados por vertidos químicos es la disponibilidad de un centro de toxicología que funcione las 24 horas del día. Algunos países, como los Estados Unidos, han integrado plenamente los centros de toxicología en sus sistemas de vigilancia de la salud pública. Como los productos químicos liberados al medio pueden difundirse más allá del entorno inmediato de la descarga y, en algunos casos, atravesar las fronteras entre países, también es necesario coordinar la preparación y la respuesta internacionales. A este respecto ya existen algunos acuerdos internacionales, como el Convenio sobre los Efectos Transfronterizos de los Accidentes Industriales, de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa. El Reglamento Sanitario Internacional (2005) y la resolución WHA55.16 de la Asamblea Mundial de la Salud proporcionan un marco para la preparación frente a esos riesgos. Dentro de ese marco, la OMS puede emprender actividades para responder de inmediato a eventos que pongan en peligro la seguridad mundial en materia de salud pública y puede trabajar de forma colectiva y dinámica con el fin de prepararse para esos incidentes.
En la 63ª ASAMBLEA MUNDIAL DE LA SALUD realizada en GINEBRA, entre el 17y el 21 DE MAYO DE 2010 se INSTA a los Estados Miembros a que sigan estableciendo y manteniendo las actividades y medidas formuladas en las resoluciones WHA53.15 sobre inocuidad de los alimentos y WHA55.16 sobre la respuesta mundial de salud pública a la aparición natural, la liberación accidental o el uso deliberado de agentes biológicos y químicos o de material radionuclear que afecten a la salud.
Referencias:
Evolución de la Salud Sanitaria. Un porvenir más seguro
Informe sobre la salud en el mundo 2007 de la
Organización Mundial de la Salud
Protección de la salud pública mundial en el siglo XXI
63° ASAMBLEA MUNDIAL DE LA SALUD, 2010. Disponible en: http://apps.who.int/gb/ebwha/pdf_files/WHA63-REC1/A63_REC1-sp.pdf
Consultado: Febrero 18, 2012
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