El lunes 19 de marzo de 2012, Patricia, la mamá de un niño con síndrome de Goldenhar tomó una dramática decisión y lo contó en la red social Facebook de la siguiente manera:
Me llamo Patricia Canosa tengo 27 años y vendo un pulmón y un riñón para poder comprar una casa antes de la operación de columna que deben practicarle a mi bebé Nicolás Leiva, el día 19 de julio de 2012 en el hospital Garrahan, soy 0+ (cero positivo) no fumo, ni bebo bebidas alcohólicas ni tampoco consumo drogas, no tengo antecedentes de enfermedades patológicas ni significativas, lo hago voluntariamente, acepto firmar acuerdo de confidencialidad, por favor difúndanlo porque se me termina el tiempo en que puedo conseguir un hogar acorde a las necesidades de mi familia. Interesados enviar mensajes privados o comunicarse al 02284-15619290 ó 02284-15622335. Gracias!
El mensaje lleva el título: “Un órgano por una casa”
Nicolás Leiva
El hijo de Patricia, Nicolás, tiene 2 años y tres meses y sufre una enfermedad congénita que se le manifestó en el momento del nacimiento, con malformaciones en las vértebras del cuello y la espalda.
El 19 de julio de 2012 será sometido a una cirugía en el hospital Garrahan, que consiste en la colocación de un implante de titanio, compuesto de dos barras y ocho tornillos que le permitirá fijar la columna. Además, deberá ser sometido a otras intervenciones -en pie y tendón, corte en el frenillo de la lengua y cirugía estética en el oído-
Patricia relata a un medio on-line de la ciudad que debe llevar a su hijo todos los meses al Hospital Garrahan y esto le impide acceder a un trabajo en blanco. Alquila un lugar que define como “media casa” compuesto por una habitación -que comparte con Nicolás, su hermanito de 8 años y su pareja- un baño y media cocina; sin agua ni gas … pero con visitantes ratones. Cuando el equipo de salud del Garrahan conoció esta situación habitacional, determinó que no estaba acorde a las necesidades post-operatorias del niño que deberá permanecer inmovilizado durante seis meses.
La joven mamá solicitó una vivienda en reiteradas oportunidades, tanto a nivel municipal como provincial y nacional –desde Diputados, Senadores, Casa de la Provincia y Desarrollo Social de la Nación, hasta Alicia Kirchner- pero no obtuvo la respuesta que necesitaba.
Por eso tomó esta decisión extrema y señaló:
“La salud nuestra no importa. Nosotros vivimos. A él quién lo defiende si apenas habla. Nadie lo ve cuando le hacemos masajes porque le duele la espalda. Nadie lo ve llorando cuando le van a sacar sangre. Ve un guardapolvo blanco y se pone a gritar y llorar y te abraza. Y eso no está en la historia clínica”
Patricia Canosa
Quienes deseen comunicarse con la familia pueden hacerlo al 02284-15619290 ó 02284-15622335, o efectuar donaciones en la cuenta universal número 5098807 del Banco Provincia sucursal 6379 de Olavarría.
Esta y otras circunstancias, tales como la tragedia del tren de once, me movilizan a reflexionar acerca del modelo de inclusión social, de los derechos humanos -de todos los humanos- de las responsabilidades y obligaciones gubernamentales para con los más vulnerables, de la EQUIDAD, de la SOLIDARIDAD SOCIAL.
Elina García