La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció en 2007 que cada 20 de febrero se celebrará el Día Mundial de la Justicia Social (World Day of Social Justice) según una resolución adoptada por unanimidad. La iniciativa coincide con la promoción de los esfuerzos para enfrentar problemas tales como la pobreza, la exclusión y el desempleo por parte de este organismo mundial.
¿El objetivo? Promover la igualdad entre las personas, evitando cualquier tipo de discriminación por razones relacionadas con la edad, el género, la raza, la etnia, la cultura, la religión o la existencia de algún tipo de discapacidad.
A través de este día se pretende, además, concienciar a la comunidad internacional para lograr la erradicación de la pobreza sobre la base del empleo pleno y decente. Por supuesto, fomentando la igualdad entre los sexos y facilitando el acceso al bienestar.
La justicia social es un principio fundamental para la convivencia pacífica y próspera, dentro y entre las naciones. Defendemos los principios de justicia social cuando promovemos la igualdad de género o los derechos de los pueblos indígenas y de los migrantes. Para ello, las Naciones Unidas instan a trabajar para otorgar a los más débiles los derechos que también a ellos les corresponden.
Estado del bienestar, igualdad de oportunidades, derechos sindicales, distribución de la renta, entre otros temas, están muy presentes en esta conmemoración.
La expresión justicia social fue acuñada por el sacerdote italiano Luigi Taparelli
en el libro ‘Saggio teoretico di dritto naturale, appoggiato sul fatto’ (Ensayo teórico del derecho natural apoyado en los hechos), publicado en 1843. El término adquirió popularidad en ese siglo XIX, ligado a los movimientos obreros surgidos contra la instalación del capitalismo.