El Consejo de Enfermería de la Comunitat Valenciana (CECOVA) ha denunciado la «violencia creciente» que se ejerce contra los profesionales sanitarios, especialmente los de Enfermería, que solo durante el pasado año denunciaron 17 agresiones.
Con motivo de la celebración Día Nacional contra las agresiones a sanitarios, el día 18 de marzo de 2015, el CECOVA ha recordado en un comunicado que el de Enfermería es el colectivo sanitario «que más sufre insultos, vejaciones y violencia física, ya que son los primeros en mantener contacto con los pacientes».
Por ello, el Consejo y los colegios de Enfermería de Valencia, Castellón y Alicante reclaman a la Administración sanitaria «una mayor protección de los profesionales sanitarios con medidas específicas» para «garantizar la seguridad y la integridad física en el ámbito laboral».
También reivindican la consideración de estas agresiones «como un delito de atentado a la autoridad, independientemente de si el profesional sanitario pertenece a la sanidad pública o privada».
En este sentido, piden la aprobación de una legislación específica «que nos proteja como agentes de la autoridad en el ejercicio de nuestras funciones, lo que conlleva una pena de hasta tres años de prisión en caso ser víctimas de una agresión y no como una simple falta como está sucediendo actualmente».».
Según datos facilitado por el CECOVA, durante el pasado año los profesionales de Enfermería de la Comunitat denunciaron 17 agresiones (10 en Valencia y 7 en Alicante ), mientras que en 2013 fueron 16 las denunciadas, en 2012 fueron 21; en 2011 llegaron alas 19 y 2010 se incrementaron hasta las 37.
Respecto lugar de las agresiones, los profesionales de Enfermería de la Comunitat Valenciana que desarrollan su trabajo en los servicios de Urgencias y las consultas de Atención Primaria son los que registran más actos violentos verbales y físicos por parte de los pacientes y de sus familiares o acompañantes, aunque la cifra de denuncias «sigue siendo muy inferior a los datos reales».
Según CECOVA, los datos sobre agresiones a los profesionales sanitarios «no se corresponden con las denuncias reales presentadas por el colectivo debido a que la mayoría de agresiones no llegan a plasmarse por escrito».
«Esto significa que hay miedo y desconfianza entre los profesionales sanitarios y hay que trabajar más y mejor para ganar la confianza de los trabajadores en su administración sanitaria para que se sientan protegidas y vean que las denuncias sirvan para algo», apostilló.
Las principales secuelas que le quedan al profesional sanitario tras sufrir una agresión son el estrés laboral crónico, la disminución del rendimiento laboral, síndrome de hostigamiento y de estrés postraumático, neurosis de ansiedad, síndrome depresivo y, en la mayoría de las ocasiones, secuelas físicas, concluye CECOVA.
Fuente Marzo 17, 2015.