Según las estimaciones más recientes de la OMS, en toda la Región de las Américas se producen cada año 67 000 nuevas infecciones por el virus de la hepatitis C, y 84 000 muertes.
Solo en 22% de las personas con hepatitis C crónica la infección llega a diagnosticarse; de ellas, solo 18% reciben tratamiento.
DATOS Y CIFRAS
- La hepatitis C es una enfermedad del hígado causada por el virus del mismo nombre (VHC): el virus puede causar hepatitis aguda o crónica, cuya gravedad varía entre una dolencia leve que dura algunas semanas y una enfermedad grave de por vida.
- La hepatitis C es una importante causa de cáncer hepático.
- El virus de la hepatitis C se transmite a través de la sangre: la mayoría de las infecciones se producen por exposición a pequeñas cantidades de sangre. Ello puede ocurrir por consumo de drogas inyectables, prácticas de inyección o de atención sanitaria poco seguras, transfusión de sangre y productos sanguíneos sin analizar, y prácticas sexuales que conllevan contacto con sangre.
- Se estima que en el mundo hay 71 millones de personas con infección crónica por el virus de la hepatitis C.
- La OMS estimó que en 2016 murieron unas 399 000 personas debido a la hepatitis C, sobre todo por cirrosis y carcinoma hepatocelular (cáncer primario del hígado).
- Los antivíricos pueden curar más del 95% de los casos de infección por el virus de la hepatitis C, lo que reduce el riesgo de muerte por cáncer de hígado y cirrosis, pero el acceso al diagnóstico y el tratamiento es limitado.
¿CÓMO SE TRANSMITE?
El virus de la hepatitis C se transmite por la sangre. Generalmente se transmite:
- por consumo de drogas inyectables y por compartir el material de inyección;
- por reutilización o esterilización inadecuada de material médico, sobre todo jeringas y agujas, en entornos sanitarios;
- por transfusiones de sangre y productos sanguíneos sin analizar;
- por prácticas sexuales que conllevan exposición a la sangre (por ejemplo, entre hombres que tienen relaciones homosexuales, en especial los que están infectados por el VIH o los que toman profilaxis contra esta infección antes de la exposición).
El VHC también se puede transmitir por vía sexual y puede pasar de la madre infectada a su hijo, aunque estas formas de transmisión son menos frecuentes.
La hepatitis C no se transmite a través de la leche materna, los alimentos o el agua, ni por contacto ocasional, por ejemplo, abrazos o besos o por compartir comidas o bebidas con una persona infectada.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
El periodo de incubación de la hepatitis C puede variar de dos semanas a seis meses. Tras la infección inicial, aproximadamente un 80% de los casos son asintomáticos. Aquellos con sintomatología aguda pueden presentar fiebre, cansancio, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orina oscura, heces claras, dolores articulares e ictericia (coloración amarillenta de la piel y la esclerótica ocular).
¿CUÁLES SON LOS GRUPOS DE POBLACIÓN CON MAYOR RIESGO?
El diagnóstico precoz puede prevenir problemas de salud derivados de la infección, y también la transmisión del virus. La OMS recomienda la realización de pruebas en personas que puedan correr un alto riesgo de infección.
Los grupos de población con mayor riesgo de infección por el VHC son:
- los consumidores de drogas inyectables;
- las personas recluidas en cárceles y otros entornos cerrados;
- los consumidores de drogas administradas por otras vías (no inyectables);
- los hombres que tienen relaciones homosexuales;
- los receptores de productos sanguíneos infectados y los pacientes sometidos a intervenciones cruentas en centros sanitarios cuyas prácticas de control de las infecciones son inapropiadas;
- los hijos de madres infectadas por el VHC;
- las personas infectadas por el VIH;
- los reclusos o exreclusos; y
- las personas tatuadas o con perforaciones ornamentales (piercings).
En entornos en los que la seroprevalencia de los anticuerpos anti-VHC es alta en la población general (≥ 2% o ≥ 5%), la OMS recomienda que se ofrezca a todos los adultos la realización de pruebas de detección del VHC y acceso a servicios de prevención, atención y tratamiento.
De los 3,7 millones de personas que se calcula que hay en el mundo infectadas por el VIH, unos 2,3 millones (6,2%) tienen pruebas serológicas de infección pasada o presente por el VHC. Las hepatopatías crónicas constituyen una importante causa de morbilidad y mortalidad entre las personas con VIH en el ámbito mundial.