Década de Envejecimiento Saludable (2020-2030)
A pesar de que las personas están viviendo más tiempo, no significa que estén viviendo con salud y teniendo sus necesidades satisfechas.
Entender las implicaciones de los cambios demográficos actuales, así como la transición epidemiológica, es crucial para que las sociedades estén preparadas para atender a una población envejecida. En la región de las Américas, es aún más importante ya que el envejecimiento de la población ocurre rápidamente con muchos conceptos erróneos.
En respuesta, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró 2021-2030 la Década del Envejecimiento Saludable. La Década del Envejecimiento Saludable 2020-2030 es la principal estrategia para lograr y apoyar las acciones destinadas a construir una sociedad para todas las edades.
LAS CUATRO ÁREAS DE ACCIÓN DE LA DÉCADA
Área de acción I:
Cambiar la forma en que pensamos, sentimos y actuamos hacia la edad y el envejecimiento
A pesar de todas las contribuciones y acciones que los adultos mayores han hecho a sus comunidades y familiares, todavía hay muchos estereotipos (cómo pensamos), prejuicios (cómo nos sentimos) y discriminación (cómo actuamos) hacia las personas en función de su edad. La discriminación contra la edad afecta a las personas de todas las edades, pero tiene efectos particularmente perjudiciales en la salud y el bienestar de las personas mayores.
Con el apoyo de la OPS/OMS, la Convención Interamericana sobre Protección de los Derechos Humanos de las Personas de Edad aboga específicamente por la importancia de garantizar que los adultos mayores reciban:
- Independencia y autonomía,
- Consentimiento informado en la materia de salud,
- Reconocimiento igualitario ante la ley,
- Seguridad social, accesibilidad y movilidad personal,, entre muchos otros derechos humanos fundamentales.
El valor en estas libertades fue decidido por expertos de múltiples regiones y varios países han ratificado esta Convención, incluyendo Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador y Uruguay.
La adopción de esta Convención promueve el compromiso económico, social, político, educativo y cultural de las personas mayores.
Área de acción II:
Asegurar que las comunidades fomenten las capacidades de las personas mayores
Los entornos físicos, sociales y económicos, tanto rurales como urbanos, son determinantes importantes del envejecimiento saludable y son parte de las poderosas influencias en la experiencia del envejecimiento y en las oportunidades que ofrece el envejecimiento. Los entornos amigables con la edad son los mejores lugares en cual uno puede crecer, vivir, trabajar, jugar y envejecer, es decir, una comunidad amigable con la edad es un mejor lugar para todas las edades.
La Red Mundial de la OMS para las Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores propone fomentar el envejecimiento saludable a fin de garantizar:
- Pruebas y asistencia técnica a los países para crear entornos favorables a la edad y garantizar que se esté prestando servicios a los más vulnerables
- Oportunidades para conectar ciudades y comunidades, intercambiar información y experiencias y facilitar el aprendizaje por parte de los líderes de los países, ciudades y comunidades sobre lo que funciona para fomentar el envejecimiento saludable en diferentes contextos
- Herramientas y apoyo a los países, ciudades y comunidades para monitorear y evaluar los progresos en la creación de entornos favorables a la edad
- Identificar prioridades y oportunidades para la acción colaborativa y el intercambio entre redes y circunscripciones.
En la actualidad, los países que integran la Red incluyen: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Cuba, México, Perú, Puerto Rico, Estados Unidos y Uruguay.
La membresía a la Red refleja el compromiso de las ciudades de escuchar las necesidades de su población envejecida, evaluar y monitorear su facilidad de edad y trabajar en colaboración con las personas mayores y entre sectores para crear entornos físicos y sociales amigables con la edad. La membresía es también un compromiso para compartir experiencias, logros y lecciones aprendidas con otras ciudades y comunidades.
Área de acción III:
Ofrecer atención integrada centrada en la persona y servicios de salud primaria que respondan a las personas mayores
Los sistemas de salud deben estar preparados para ofrecer atención sanitaria de buena calidad a las personas mayores que se integre entre los proveedores y los entornos y esté vinculado a la prestación sostenible de atención a largo plazo. La integración de los sectores sanitario y social en un enfoque centrado en las personas es clave para lograr una mejor atención a los adultos mayores. Además, la visión de implementar servicios impulsados por el mantenimiento y la mejora de la capacidad funcional es esencial para lograr un envejecimiento saludable.
La capacidad funcional se define como los «atributos relacionados con la salud que permiten a las personas ser y hacer lo que tienen motivo para valorar», y consiste en la capacidad intrínseca del individuo, que es «el compuesto de todas las capacidades físicas y mentales que un individuo puede aprovechar», el entorno del individuo y las interacciones entre ellos.
En particular, la OPS ha desarrollado un curso virtual titulado “Acreditación internacional de competencias en atención de salud para personas mayores (ACAPEM),” específicamente para profesionales de la salud de atención primaria. Consta de tres niveles progresivos que comienzan con Básico, seguido de Intermedio y Avanzado. El curso ACAPEM-Básico está disponible actualmente en inglés y español y tiene más de 20,000 participantes inscritos. El curso estará próximamente disponible en portugués.
Específicamente, el curso ACAPEM-Básico cubre lo siguiente:
- Cambios en el cuidado de las personas mayores
- Evaluación integral de la atención de la salud de las personas mayores
- Criterios para las intervenciones sanitarias en personas mayores
- Optimización de la atención a los pacientes mayores.
El curso ACAPEM-Intermedio está en desarrollo y se lanzará a fines de este año.
Área de acción IV:
Brindar acceso a la atención a largo plazo para las personas mayores que la necesitan
La disminución de la capacidad física y mental puede limitar la capacidad de las personas mayores para cuidarse a sí mismas y participar en la sociedad.
La mayoría de las personas que necesitan este tipo de atención son adultos mayores, la mayoría de los cuales viven en la comunidad y reciben atención de cuidadores informales, como sus familiares y amigos. El acceso a los cuidados a largo plazo de buena calidad es esencial para mantener la capacidad funcional, disfrutar de los derechos humanos básicos y vivir con dignidad. Además, es fundamental apoyar a los cuidadores, para que puedan brindar la atención adecuada y también cuidar su propia salud.