Esta Guía se fundamenta en la necesidad de reconocer a la obesidad como problema de salud para mejorar su proceso diagnóstico, manejo terapéutico, reducir el desarrollo y progresión de sus complicaciones así como su impacto en la mortalidad y calidad de vida de estas personas.
El desafío es contribuir a disminuir su prevalencia y acortar las brechas entre el conocimiento y la práctica de los diferentes actores implicados en el abordaje de esta problemática.